viernes, 18 de septiembre de 2015

Una historia que no se mancha: Cooperativa de Trabajo Cañada Rosquín Limitada

La Cooperativa de Trabajo Jabonera Cañada Rosquín Ltda., en la provincia de Santa Fe, nació en 2006 del esfuerzo conjunto y la unión de sus trabajadores que, frente a la situación adversa de la quiebra de la jabonera SAGYD, decidieron formar una cooperativa autogestionada y dar continuidad a la producción y a los puestos de trabajo. Durante los primeros años, para la cooperativa fue muy difícil conformar un capital propio que les permitiera comenzar con la producción de jabones y detergentes. El ahorro fue la base para la conformación de la pujante empresa. “Fue una lucha muy dura y con muchos miedos”, confiesa Martín Robledo, presidente de la cooperativa.
En ese primer momento, la jabonera recibió el apoyo del Gobierno Nacional para consolidarse. A través del Ministerio de Trabajo, la ANSES y la sanción de la nueva Ley de Quiebras, pudieron acceder a un capital económico que les permitió ser propietarios del inmueble de la fábrica e invertir en maquinarias. Así, lograron recuperar los puestos de trabajo y hoy la conforman 47 asociados. “El apoyo del Ministerio de Industria fue todo. Fue un empuje grande para capacitaciones, materia prima y todo tipo de necesidad”, indica Robledo. Lograron, de esta manera, incorporar una envasadora nueva y un nuevo reactor que permite fabricar dos productos al mismo tiempo y aumentar el volumen total de producción.

Actualmente, en la cooperativa fabrican ocho productos, entre los que se encuentran todo tipo de jabones: en pan, de lavar y de tocador, jabones y detergentes en polvo e incluso velas. Desde el interior de Santa Fe, la cooperativa distribuye sus productos a Misiones, Chaco, Formosa, Corrientes, Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires. “Tenemos la idea de seguir expandiéndonos en todo el país y en un futuro poder exportar”, concluye el presidente.

Fuente: Revista Bien Argentino

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