La Cooperativa de Trabajo Jabonera
Cañada Rosquín Ltda., en la provincia de Santa Fe, nació en 2006 del esfuerzo
conjunto y la unión de sus trabajadores que, frente a la situación adversa de
la quiebra de la jabonera SAGYD, decidieron formar una cooperativa
autogestionada y dar continuidad a la producción y a los puestos de trabajo.
Durante los primeros años, para la cooperativa fue muy difícil conformar un
capital propio que les permitiera comenzar con la producción de jabones y
detergentes. El ahorro fue la base para la conformación de la pujante empresa.
“Fue una lucha muy dura y con muchos miedos”, confiesa Martín Robledo,
presidente de la cooperativa.
En ese primer momento, la jabonera
recibió el apoyo del Gobierno Nacional para consolidarse. A través del
Ministerio de Trabajo, la ANSES y la sanción de la nueva Ley de Quiebras,
pudieron acceder a un capital económico que les permitió ser propietarios del
inmueble de la fábrica e invertir en maquinarias. Así, lograron recuperar los
puestos de trabajo y hoy la conforman 47 asociados. “El apoyo del Ministerio de
Industria fue todo. Fue un empuje grande para capacitaciones, materia prima y
todo tipo de necesidad”, indica Robledo. Lograron, de esta manera, incorporar
una envasadora nueva y un nuevo reactor que permite fabricar dos productos al
mismo tiempo y aumentar el volumen total de producción.
Actualmente, en la cooperativa fabrican
ocho productos, entre los que se encuentran todo tipo de jabones: en pan, de
lavar y de tocador, jabones y detergentes en polvo e incluso velas. Desde el
interior de Santa Fe, la cooperativa distribuye sus productos a Misiones,
Chaco, Formosa, Corrientes, Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires. “Tenemos la idea
de seguir expandiéndonos en todo el país y en un futuro poder exportar”,
concluye el presidente.
Fuente: Revista Bien Argentino
Fuente: Revista Bien Argentino
No hay comentarios.:
Publicar un comentario